¿Por qué sí o por qué no es pertinente practicar/observar/reflexionar arte de acción hoy?

Antes de comenzar, me gustaría señalar que para mi, no hay diferencia alguna a la hora de contestar esta pregunta si cambiásemos «arte de acción» por cualquier otro medio de creación contemporánea, ya que según lo veo hoy, el arte de acción (y el arte en general) es el poder de transformación que un individuo o colectivo ejerce sobre la materia, la mente y el espíritu. Por eso, para mí arte es igual a vida, ya que la vida es transformación, independientemente del medio artístico que se utilice.

A mi modo de ver, a través del arte de acción, el individuo se abre al mundo. Una frase que leí hace un tiempo en internet supuestamente dicha por Gandhi: «La mente es como un paracaídas, si no lo abres no funciona». Me gustaría tomar parte en la construcción de una sociedad abierta, con mentes como paracaídas. La vía que yo he elegido es el arte, porque creo que éste ejerce una importante labor en este sentido. Y dentro del arte, el arte de acción es más contundente por ser más directo, porque en él, el artista presenta y expone sus miedos, conflictos, pensamientos, emociones, etc. Un arte que se puede dar en la calle, en cualquier momento y que hace en mayor o menor medida partícipe al otro.

Arte de acción o arte en general es practicar, observar y reflexionar sobre la vida.

– Con la práctica se realiza dicha acción de apertura. Sería fantástico que todas las personas tuvieran o eligieran tener tiempo para desarrollar esta faceta.

– Con la observación se penetra en ese mundo. Un mundo nuevo distinto al que ya conoces, sigue siendo el tuyo propio, pues es tú construcción, como cada individuo construye el suyo particular.

– Con la reflexión se comparte y quizás se logre entender un poco más sobre ese mundo compartido, que no deja de ser múltiples mundos, y al compartirlos, entendemos la diversidad existente, la cantidad de posibilidades y así superamos las imposibilidades.

Considero, que a partir de la suma de estas tres acciones, cualquier aspecto de la sociedad humana y cualquier individuo se enriquece. Esto me lleva a pensar que sin ellas se empobrece o no evoluciona.

Por un lado, pienso que a través de una práctica continua o intermitente se enriquece y estimula tanto a la persona que presenta dicha acción como la que la observa/experimenta. Esto lo hemos intentado un grupo de personas con los distintos proyectos que hemos dado vida, ElCarromato, ARTóN y los actuales EXCHANGE y MATSU. Creo que es necesario tener espacios propios para poder desarrollar la práctica. Por un tiempo ocurrió en ElCarromato en Madrid, un espacio donde practicar, generar debate, talleres de formación, etc. Un lugar que fue un laboratorio, donde las ideas latentes se revelaban, paraban y fijaban como ocurre en un laboratorio químico fotográfico. Pero mantener estos espacios es complicado ya que no generan actividad económica y su permanencia se basa en la energía de las personas que le dan vida. Actualmente, estamos con el proyecto MATSU, espacio independiente que apoya la creación contemporánea y que al ser nuestra vivienda y espacio de trabajo no supone un extra económico. Por su parte, EXCHANGE realiza una importante labor de investigación y pretende hacer publicaciones de cada una de sus versiones donde se muestra el proceso creativo compartido entre los artistas que participan.

Por otro lado, también creo que no sólo es hacer, también es necesario parar, observar más de cerca y reflexionar sobre lo acontecido.  Sin esta reflexión, diría que el crear se convierte en un hacer vacío, carente de sentido y sin aportación al ser, ni a la sociedad, ni al medio.
Debates, formación, publicaciones, pienso que hay una necesidad de ampliar estas actividades. Una mayor presencia en las Facultades, como asignatura y con seminarios. Esto en Madrid por fin lo ha conseguido Nieves Correa en el programa Extensión de la Facultad de Bellas Artes, es un comienzo que hay que conseguir se expansione. En otras ciudades tienen la suerte de tenerlo desde hace ya un tiempo como es el caso de la Facultad en Valencia de la mano de Bartolomé Ferrando o en Vigo con Carlos Tejo.

Para concluir veo necesario seguir generando pensamiento, pero con un ciclo pausado y coherente, construyendo algo sólido aunque se trate de un arte efímero.

Ana Matey  (29 de Abril del 2014)

Texto para el catálogo de Châmalle en su décima edición.