PROYECTO AMADRINAMIENTO (PAMA)

Nuestra relación con el entorno natural es un claro reflejo de la sociedad de consumo, con su continuo generar, usar y posterior vómito,… en otras palabras su continuo producir, usar y tirar, su «evolución» y «confort», consumismo, etc. Un sin fin de desperdicios, un amplio y variado muestrario de materiales que dejan de ser servibles para terminar entre encinas u otro lugares fuera de nuestras «limpias» ciudades. Así, en estos nucleos accelerados vamos generando a gran velocidad y lanzando los deshechos de nuestra sociedad. Unas sociedades las ocultan más que otras pero la cantidad de materiales que dejan de tener uso al día es un gran problema. Incluso de unas sociedades se las lanzan a otras, así lo más tóxico acaba en costas, colinas, campos de aquellos cuya voz se oye menos en la sociedad global.

Proyecto Amadrinamiento (PAMA) surje de la necesidad de liberar un pequeño encinar por el que paso cada día en mis paseos desde hace más de cuatro años. Esta decisión me lleva a reflexionar sobre como estamos en el mundo y como nos relacionamos con él y entre nosotras. Para mí, esta acción cuya dimensión es diminuta, si se contagiera como un virus, si cada persona realizara una de estas acciones liliputienses en cada rincon del mundo, viviríamos en otro lugar, no sé si se llamaría Tierra o Catrum (por decir algo).

Durante estos cuatro años de paseos por el Parque Regional del Río Guadarrama, he ido desplazando parte de lo ajeno al lugar pero es inacabable e inabarcable.

Lo ligero es desplazado mientras lo pesado, ¿qué hacer con ello?… lo pesado, recien he decidido ocultarlo con los propios elementos del lugar,

¿es la ocultación una solución? y si nos preguntamos esto mismo en el plano personal, interpersonal, social, …

Añadir, que al desplazar, te encuentras que lo que era ajeno se ha mimetizado con el lugar, sofá-avispero, cubierta de caravana-nido de culebras… y según vas moviendo vas desvelando… ¿destruyendo? quizás también se podría decir.